La ciudad que echa de menos las historias con futuro.
VIDEÓGRAFO DE BODAS E HISTORIAS CON ALMA. VIGO, GALICIA, ESPAÑA. CONTACTO
¿Qué es EN TOKIO NO HAY DOMINGOS?
“Arena en los ojos, piedra en el zapato…” Así comienza un poema que escribí hace 10 años titulado “En Tokio no hay domingos”. Breve inciso… Por cierto, soy Gonzalo (podéis saber más cosas de a lo que me dedico AQUÍ), encantado de recibiros en mi web y, quien sabe, quizá podamos conocernos pronto y me convierta en vuestro videógrafo… Vuelvo con la historia. Por aquel entonces, yo detestaba los domingos. En realidad, creo que los miraba de reojo ya desde la infancia: a mis ojos, toda la diversión de ese día quedaba hipotecada por la sensación de que, a la mañana siguiente, había que madrugar, ir al colegio o al trabajo, regresar a la rutina… Los domingos eran un diviértete pero no mucho, que mañana toca lo que toca.
Pero el tiempo fue pasando y me propuse que todo aquello que me suscitaban los domingos “…el viento cruzado, el rechinar de huesos, el agua estancada, la soledad impuesta, las medias tintas, la risa de hiena…” dejara de tener influencia en mí y se pudiera convertir en todo lo contrario. Vamos, el radicalismo del converso.
Así que, EN TOKIO NO HAY DOMINGOS, es una auténtica declaración de intenciones, un estado anímico radiante, en el que no se plantean problemas sino que se aportan soluciones; un espacio de tiempo para vivir y sentir de manera plena, en el que somos capaces de jugar y sorprendernos con la ilusión de un niño.
Permitidme que cuente vuestra historia desde este nuevo prisma y disfrutad del proceso. Adentraos en el mundo de EN TOKIO NO HAY DOMINGOS y vivid la experiencia, en La ciudad que echa de menos las historias con futuro…VUESTRAS HISTORIAS.
¿Sabéis qué? Ya no le tengo manía a los domingos. Aunque, para ser honestos, tampoco es que sea para echar fuegos artificiales… Pero hay una cosa que tengo muy clara: EN TOKIO NO HAY DOMINGOS.
GONZALO G. PALMEIRO
*Aquí podéis ver algunas historias que ya forman parte de EN TOKIO NO HAY DOMINGOS. Historias de personas estupendas, como vosotr@s. Sentíos en casa…*