TRIATLÓN
Filmmaker
El infortunio puede abatirse sobre nosotros en cualquier momento con la rapidez de un rayo. Nadie puede evitarlo ni predecirlo. Levantarse y regresar a nuestro camino con más fuerza que antes de haberlo padecido, dice mucho de la materia de la que estamos hechos…
Un 19 de abril en Tarbes (Francia), a Aline y a Marcos el día se les hizo de noche en un solo instante. Alguien pudo truncar sus vidas para siempre. Dentro de la adversidad tuvieron suerte; otros, desgraciadamente, no la tienen.
El deporte forja el carácter de las personas. Nos enseña a ser constantes, sacrificados, a tener espíritu de superación y a trabajar en equipo o perfeccionar nuestra individualidad en pos de diferentes metas. También nos hace entender que, cuando nos hemos entregado al 100%, sea cual sea el resultado, no cabe el sentimiento de derrota.
Aunque los caminos de Aline y Marcos ya transitaban en paralelo, es indudable que el TRIATLÓN fue determinante para que acabaran unidos en uno común. Estoy convencido de que en su vida seguirán marcándose retos igual de inspiradores que los que aquí tuve el placer de narrar…